Quién podría imaginar que en algún momento de la historia las personas podrían ingresar a un dispositivo y hacer un mercado perfecto sin ir al supermercado. Este tipo de situaciones parecían sacadas de cuentos y películas futuristas y fantásticas, pero muy lejos de la realidad. Aunque la tecnología en los últimos años poco a poco nos fue ofreciendo la opción de comprar en línea, muchas personas preferían adquirir sus productos confiando en su tacto y su visión. Solo a través del contacto, se tenía la confianza de adquirir un producto y mucho más si se trataba de frutas y verduras. Sin embargo en 2020 todo ha cambiado y casi por obligación y principalmente por autocuidado, la historia futurista se convirtió en una realidad.
Es evidente como las tiendas online en un par de meses han crecido y todo el que tiene un producto o servicio esta en la virtualidad tan presente como en una tienda o un centro comercial y si hace seis meses el celular o el computador se sienten indispensables para el día a día, hoy son casi que vitales. Todo tipo de tiendas se han volcado a ofrecer sus productos, algunos enfocados totalmente a ofrecer experiencias de servicio; donde la confianza y la calidad son importantes para acercarse a los clientes y generar fidelidad. Esto ha hecho que la variedad aumente y las personas tengan una baraja de opciones para elegir, probar y quedarse. La bioseguridad es lo más importante, pero no se deja de lado la calidad, el sabor y la frescura de un producto, más si se trata de productos naturales que son tan delicados durante todo el proceso de producción y distribución.
La realidad le ha mostrado al mundo que siempre hay una mejor manera, que la capacidad creativa no tiene límites y que todo se puede lograr con la imaginación.
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